La demencia senil no existe
La palabra demencia define un síndrome clínico en el cual una persona tiene un declive en su memoria o funciones cognitivas que le produce una situación de dependencia para poder llevar a cabo sus quehaceres diarios. El término demencia senil se ha utilizado, y se sigue haciendo, como diagnóstico de pacientes con deterioro cognitivo en edades avanzadas de la vida. Sin embargo, es un término impreciso ya que no indica qué está causando ese deterioro cognitivo.
Esta imprecisión hace que el diagnóstico que debería resolver la pregunta por la que el paciente consulta, al contrario, aumenta las dudas y la sensación de desprotección e incertidumbre. Esto contribuye a que la demencia siga teniendo un estigma a nivel social que puede hacer dudar a los pacientes y sus familias de consultar ante los primeros problemas de memoria.
Es sabido que la principal causa de demencia es la enfermedad de Alzheimer en primer lugar, por eso muchas veces ambos términos son usados como sinónimos. Sin embargo, hay otras posibles causas de demencia; como lo son el deterioro cognitivo de causa vascular, la demencia por Cuerpos de Lewy o la Degeneración Lobar frontotemporal entre otros. Cada una de estas enfermedades tienen ciertas particularidades con posibles implicaciones desde el punto de vista del pronóstico, asesoramiento y tratamiento.
El término “demencia senil” pudo tener su utilidad clínica en algún momento, pero hoy en día ha dejado de tenerlo. El conocimiento y las herramientas que disponemos actualmente nos permiten conocer mucho más sobre lo que está pasando en el cerebro de una persona. Así, se puede hacer un diagnóstico más preciso, y conocer las implicaciones terapéuticas y pronósticas. En CITA-alzhéimer llevamos más de diez años trabajando para que este conocimiento se pueda usar en las consultas con los pacientes y desterrar el concepto “demencia senil”.