El patronato
Muchas personas, muchas familias, hemos tenido que convivir con el azote del alzhéimer en algún ser querido.
En esta breve carta no quiero hablar de la cara negativa, permítame que resalte los aspectos positivos que este drama personal supone. En mi caso, se hicieron mucho más manifiestos la unión de la familia, el afloramiento de la sensibilidad y la emotividad, la cercanía y el valor de los amigos. Todos estos factores son los que propiciaron que en el año 2008 tomara la decisión de impulsar Fundación CITA-alzhéimer Fundazioa.
Porque quiero ser decisivo en la lucha contra el alzhéimer, para que ni nuestros hijos ni nuestros nietos sufran esta devastadora enfermedad. Para prevenir en lugar de paliar. Para que nadie padezca alzhéimer.
En estos años, con mucho esfuerzo y la colaboración de instituciones y gran parte de la sociedad guipuzcoana, hemos conseguido convertirnos en un referente internacional en la investigación sobre el alzhéimer.
Pero todavía queda mucho por hacer y debemos hacerlo invirtiendo en investigación, ciencia y tecnología. Solo así podremos seguir realizando programas pioneros y poniendo en marcha tratamientos avanzados con investigadores y equipos de neurólogos, neurorradiólogos, neuropsicólogos, nutricionistas, bioinformáticos, enfermeros y técnicos, de primer nivel, para abordar la enfermedad en todas sus facetas.
Desde nuestro primer proyecto de investigación, el Proyecto Gipuzkoa Alzhéimer, construido gracias a la generosidad y valentía de 500 voluntarios, hemos realizado otros estudios con resultados esperanzadores que nos ayudan a vislumbrar, cada día con más claridad, ese futuro que imaginamos, ese futuro en el que un mundo sin alzhéimer es posible.
Gracias a todos. Bihotz bihotzetik.