Hito Europeo más importante en la enfermedad de alzheimer en las últimas dos décadas: aprobación de lecanemab por la Agencia Europea del medicamento (EMA).
Tras 20 años sin que la EMA aprobase un medicamento para la enfermedad de Alzheimer, ha emitido una recomendación positiva sobre la autorización de comercialización de lecanemab en Europa, un fármaco que ralentiza el progreso de la enfermedad de Alzheimer en sus primeras fases.
El medicamento será administrado a personas con deterioro cognitivo leve o demencia leve que previamente se haya confirmado la positividad para amiloide y tau, y, además, se deberá confirmar el estado de APOE para excluir a aquellos pacientes con mayor riesgo de complicaciones derivadas del tratamiento.
Sin embargo, la disponibilidad de este fármaco en Europa no será inmediata ya que las farmacéuticas deben reunirse con las agencias reguladoras de cada país de la Unión Europea para comenzar con las negociaciones y, a su vez, cada país deberá decidir si se incluye en el sistema de salud público o no. En caso afirmativo, se deberá decidir cuáles serán los centros asignados para llevarlo a cabo. Un proceso lento, que puede durar meses e incluso años.
Son noticias muy esperanzadoras ya que el beneficio biológico es indiscutible, al demostrar que el fármaco tiene la capacidad de ralentizar la progresión de la enfermedad en un 27%. El beneficio clínico si bien es discreto, puede realmente tener un impacto en modificar la evolución de la enfermedad, lo que es muy importante, teniendo en cuenta que los tratamientos de los cuales disponemos en Europa solo tratan los síntomas y no modifican la evolución natural de la enfermedad.
Además, es una oportunidad para visibilizar y concienciar a la sociedad y en concreto, al sistema público de salud para detectar de forma precoz el deterioro cognitivo leve y la causa que lo ocasiona, ya que si no existe un diagnostico precoz y certero, no se podrá optar al fármaco.