¿Sabías que la punción lumbar puede ayudar al diagnóstico precoz del alzhéimer?
A través de esta técnica, de uso rutinario en la práctica clínica y segura, se obtiene el llamado líquido cefalorraquídeo.
El líquido cefalorraquídeo, es un líquido que rodea al cerebro y a la médula espinal. Es esencial para que el cerebro funcione de forma adecuada, y actúa asegurando el correcto aporte de nutrientes y la eliminación de deshechos, entre otras muchas funciones. Gracias a estar en contacto directo con el cerebro, en este líquido se reflejan muchas de las enfermedades que afectan al cerebro, desde infecciones como las meningitis, a enfermedades neurodegenerativas.
La punción lumbar es una técnica, de uso rutinario en la práctica clínica y segura, en la que se realiza la punción en la parte inferior de la columna (donde previamente se ha tratado con anestesia local), de manera que no se pueda dañar la medula espinal y, por tanto, apenas existe riesgo de presentar complicaciones médicas importantes. Por este motivo no es posible sufrir problemas de movilidad tras la realización de la punción, siendo el riesgo más frecuente el de presentar un dolor de cabeza leve y transitorio los días siguientes de la prueba y sólo en el 5% de las personas a las que se les realiza.
La finalidad de la punción lumbar es obtener este líquido cefalorraquídeo. Concretamente, en el caso de una persona que tiene un deterioro cognitivo cuyo motivo no está claro tras la visita médica rutinaria y tampoco tras las pruebas de imagen cerebral, el médico puede proponer que se realice.
Esta prueba, sirve para confirmar o descartar que la enfermedad de Alzheimer sea la causa del deterioro cognitivo de la persona, ya que en este líquido se pueden medir tanto la proteína beta-amiloide y proteína tau, y si en relación a las mismas hay un daño de las neuronal asociado o no.
La rentabilidad diagnóstica de la punción lumbar es muy alta, llegando a alcanzar un rendimiento superior al 90% para confirmar o descartar a la enfermedad de Alzheimer como causa del deterioro cognitivo. Se sabe que si una persona presenta un deterioro cognitivo y la punción lumbar resulta negativa para la presencia de proteínas beta-amiloide y tau, es altamente improbable que tenga una enfermedad de Alzheimer tanto en el presente como en los siguientes 5 años.
Es sin lugar a dudas una herramienta útil para el diagnóstico desde fases muy tempranas de la enfermedad. Como en cualquier otro procedimiento médico, la seguridad es lo primero, y siempre se confirma que no exista ninguna contraindicación para su realización
La decisión de realizar o no la punción lumbar con este propósito exige la valoración previa por parte de un especialista en neurología quién valorará su utilidad para el diagnóstico y los riesgos de forma individual.